sábado, 17 de febrero de 2007

EL PAPEL DEL SACERDOTE-MAGO-MÉDICO Y SU EVOLUCIÓN

EL PAPEL DEL SACERDOTE-MAGO-MÉDICO Y SU EVOLUCIÓN

En el mundo antiguo la magia y la religión eran muy serias, tanto como la astrología o la astronomía.

En el antiguo Egipto no existió nunca distinción entre religión, ciencia y magia. ya que todos estos conceptos eran manejados por los msismos personajes.

La transmisión de conocimientos mágicos se transmitía de maestros a alumnos tras las consiguientes etapas de iniciación. El periodo de aprendizaje total para llegar a ser un sacerdote-mago podía durar hasta cuarenta años en las llamadas casas de la vida adscritas a los templos.

Los magos operaban con dos conceptos básicos, dos palabras mágicas de las que tanto su pronmunciación como su simbolismo avalaban su importancia.

Una se podría traducir como poder mágico, el conocimiento de lo invisible y de lo no concreto.

La otra palabra era concepto que equivalía al poder sobrenatural para manejar las fuerzas.

Juntos ambos conceptos constituían la herramienta para crear o defenderse de cualquier agresión externa.

Para los occidentales actuales es difícil comprender estos conceptos, ya que nuestra idea nuestra idea de la magia está más cercana a la superchería que la ciencia, llena de conflictos y negativa.

¿POR QUÉ DECAYÓ EL PAPEL DEL MAGO?


¿Cómo se pasó de tener una formación equivalente a la universitaria actual, que duraba 40 años, a lo que ahora es en muchos sentidos interpretamos como superchería o engaño o venta de falsas esperanzas?

El sacerdote egipcio estaba mantenido, tenía tiempo libre, ocio y podía dedicarse al estudio y desarrollo de su ciencia. Debía pasar por un largo periodo de formación y por iniciaciones.

El cambio drástico, la fractura, se produjo cuando Alejandro Magno invadió el imperio persa, y destruyó muchos templos en la poca helenística. Por este motivo, el farón y los sacerdotes dejaron de desarrollar su poder.

Aquellos "aprendices" de los templos dejaron de tener el apoyo y el sustento que les permitía continuar estudiando, y salieron, sin la formación completa, a ganarse la vida, y para ello, tuvieron que engañar. Precisamente por ser las fórmulas secretas, cualquier personaje aprovechaba la decadencia de los cultos egipcios y la liberación de preceptos y podía salir a la calle con cualquier argumento que le permitiera convencer a sus supersticiosos congéneres y venderles alguna pequeña ración de protección.

Esta profusión de mercaderes de la magia fue en aumento, a la vez que disminuía la influencia de la religión faraónica.

El resultado final fue que los conocimientos científicos fueron a parar a pequeños grupos que intentaron mantener en su sociedad secreta parte del saber antiguo, mientras que en la calle proliferaron todo tipo de cuentistas y mercaderes de los más variopintos beneficios mágicos.

De aquí sacamos una conclusión que todos los aprendices de magia debemos respetar:

La magia no es algo cotidiano. La magia no está en manos de todo el mundo. Hay que estar muy bien formado para que una fórmula mágica funcione.

Por ejemplo, tú puedes decir Abracadabra, y no pasará nada, pero si sabes cómo y qué tono de voz tienes que utilizar, si conoces el momento, y has tenido la formación y el estudio adecuado, lo conseguirás